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domingo, 1 de enero de 2012

Las lenguas y las literaturas. Hoy: Cuento sin moraleja

Luego de varios días de descanso, entre un año que se fue y otro que nos recibe, y la vida que continúa a paso firme su camino a través de los calendarios, he decidido dedicar esta entrada a un capricho personal: mi gusto por la literatura. Por tanto, no encontrarán hoy respuestas científicas a preguntas de carácter lingüístico; solo un espacio donde las preguntas superan a las respuestas.


Wordle: Lengua y Literatura Si los idiomas en los que nacimos, o los que aprendimos a lo largo de nuestras vidas, moldean nuestra forma de percibir y razonar el mundo, tendría sentido pensar que también los idiomas se manifiestan en la literatura de maneras diversas y únicas; o que las literaturas están predestinadas por los idiomas que le dan origen. Sin embargo, ¿hay lenguas que pueden transmitir mejor los sentimientos, las pasiones, las razones, los dolores, los aromas, los colores, la política, las vivencias de cada ser humano? ¿o la esencia de las experiencias humanas es tal que atraviesa esta Torre de Babel y sale inmune de ella? En nuestro mundo, hay idiomas con una gramática y vocabularios muy simples, pero según los expertos, esto no es así porque las sociedades que los hablan sean menos complejas que otras, sino porque sus necesidades culturales son sencillas o precisan de otros recursos carentes en otras sociedades y culturas. Y si bien generalmente estas sociedades no presentan literaturas escritas que hayan ingresado al canon literario universal, no dudo de que tendrán una tradición oral digna de ser escuchada, con experiencias que a pesar de lo ajenas a nuestra realidad, con toda certeza, muchos podríamos sentir como propias.

Este es el poder que une a las lenguas y las literaturas. Las palabras encuentran su espacio para meterse y acomodarse a lo que el escritor desea decir. No hay una lengua más eficiente que otra. Todas las lenguas sirven su propósito primero y último de permitir a los seres humanos la comunicación; y la literatura, las tradiciones orales, los cuentos, las narraciones, los relatos, los cantos, las leyendas, las fábulas, los mitos... son inherentes a esta comunicación.

Uno de los escritores argentinos que con gran genio y excelencia logra hacer me sentir humana fue Julio Cortázar. No hay una sola vez que lo lea que no encuentre algo nuevo en él para mi reflexión más íntima e insondable. Cortázar tiene esa capacidad de adueñarse de las palabras, jugar con ellas a su antojo, hacer del español su lengua materna y su lengua de invención. Y en medio de todo eso, estamos sus lectores, apasionados, felices, sufrientes, vivos y moribundos según el ritmo de lo segundos, pero palpitantes y expectantes a sus letras. A veces somos como sus famas, otras como sus cronopios y otras como sus esperanzas. A mí siempre me entusiasman más sus alocados y despreocupados cronopios. Por eso hoy, como anticipé, solo escribo por mi propio placer, y el de aquellos que hayan sentido su esencia humana con alguna historia de Cortázar. Y a propósito, me pregunto y les pregunto: si alguien les vendiera no sus últimas palabras, sino las primeras de este nuevo año de sus vidas, ¿cuáles serían? Les deseo que sean esas las palabras que seguramente escucharíamos de los cronopios.

De Narraciones y Poemas, De Viva Voz: Cuento sin moraleja, en la voz de Julio Cortázar




viernes, 23 de diciembre de 2011

Romper la barrera del idioma (¿Qué estrategias usamos para comunicarnos?)

Pueblos papúa, en Papúa Nueva Guinea
La entrada de hoy nace de los caminos que me proponen los insondables laberintos de la diversidad lingüística del mundo. Se dice que la lengua de una nación es el espejo de su cultura, su psicología, su manera de pensar, ver y construir el mundo. Yo creo que también es un sello de cómo nos paramos en este mundo para con nosotros mismos y para con los demás; un sello del que muy difícilmente podemos desprendernos a lo largo de nuestras vidas.

En la revista mensual de la UNESCO El Correo de la UNESCO de febrero de 1994, el lingüista Stephen Wurm publicó este interesante artículo que le da nombre a esta entrada. Intentaré resumir algunas de sus ideas.

En su artículo, Wurm habla sobre las diversas estrategias que desarrollamos los humanos a través del tiempo para superar las barreras lingüísticas y culturales. Con más de 5000 lenguas y muchos más dialectos, las personas hemos desarrollado estrategias para poder comunicarnos. Así surge el bilingüismo activo bilateral, cuando dos pueblos vecinos aprenden a expresarse en la lengua de sus vecinos. Pero también existe el bilingüismo unilateral, lo que ocurre cuando solo una de las comunidades se encuentra en posición de predominio y puede imponer su lengua a los pueblos vecinos. Un caso curioso se observa en comunidades aborígenes de Papua Nueva Guinea, quienes no hablan el mismo idioma, pero debido a sus hostilidades con comunidades aborígenes vecinas, necesitan comunicarse para resolver sus conflictos. Así, intercambian niños que aprenden tanto su lengua materna como la de la comunidad con la que fueron intercambiados. De esta manera, se convierten en embajadores y mediadores entre ambos pueblos. Curiosa estrategia para cruzar la frontera lingüística. Niños que nacen con un destino claramente marcado y regulado por ambas comunidades. Algo similar ocurre en el caso de comunidades vecinas que hablan diferentes lenguas pero estrechamente relacionadas, por lo que los miembros de estas comunidades aprenden a comprender las lenguas, aunque no a hablarlas. Es curioso cómo cada uno se expresa en su propia lengua, pero todos pueden comprenderse. Este caso tan particular también está presente en nuestro país en el caso del bilingüismo o multilingüismo pasivo enlhet/nivaklé en el Chaco paraguayo.

El autor también hace un repaso de las lenguas vehiculares, como las linguas francas. También menciona el caso de los pidgins: "lenguas auxiliares con una sintaxis y un vocabulario simplificados". Muchos de estos pidgins pueden con el tiempo convertirse en la primera lengua de la comunidad, transformándose en lenguas criollas.

Wurm también hace referencia a las lenguas de las misiones (otra categoría de lenguas vehiculares). Según el lingüista "se trata de las lenguas de la población local que adoptaban inicialmente los misioneros europeos para cumplir su cometido" (de obvia dominación y vaciamiento cultural, agrego yo). Muchas de estas lenguas se transformaron en lenguas vehiculares secularizadas que también cambiaron el destino de nuestros pueblos, para siempre.

Interesante para pensar y seguir indagando en esta maravilla de las lenguas y los pueblos...y lo que la historia ha hecho de ellas y de nosotros.


Mapa lingüístico del mundo




En próximas entradas seguiré ahondando en el tema.

martes, 6 de diciembre de 2011

¿Son las malas palabras realmente tan malas?

Proyecto Cartele
VOLUNTARIADO PARA EL MEJORAMIENTO CULTURAL... MOVIMIENTO HACIA UN EXCELENTE VIVIR.

¿Será cierto eso de que sin las malas palabras viviremos vidas más plenas y respetables?

¿Quién de nosotros no ha sido censurado, cuando no, castigado, en su infancia por decir malas palabras? Yo desde chica no entendía el motivo de la censura, de ese potente y repentino shhhhh, del "eso no se dice"... ¿por qué no se puede decir lo que es parte de nuestro idioma y está ahí para nosotros? Con el tiempo aprendí que el problema no está en las palabras en sí mismas sino en las circunstancias y contextos en donde las decimos, en la intención y expresividad con que las lanzamos a un otro y cómo este otro las recepta. Pero aún aquí yo me maravillo con las lenguas, porque se nos ofrecen en todas sus posibilidades y siempre nos dejan abiertas la puerta para seguir jugando con ellas, probándolas, cambiándolas, inventándolas y reinventándolas.
Nuestro genial Roberto "el negro" Fontanarrosa no pudo haberles rendido mejor homenaje en su histórico y agudísimo discurso en el III Congreso Internacional de la Lengua Española en Rosario, allá por el año 2004. Aquí va su discurso. ¡Disfrútenlo!



¿Qué piensan ustedes de las malas palabras? ¿Qué impacto tienen en sus propios idiomas o lugares donde viven?