Este es el poder que une a las lenguas y las literaturas. Las palabras encuentran su espacio para meterse y acomodarse a lo que el escritor desea decir. No hay una lengua más eficiente que otra. Todas las lenguas sirven su propósito primero y último de permitir a los seres humanos la comunicación; y la literatura, las tradiciones orales, los cuentos, las narraciones, los relatos, los cantos, las leyendas, las fábulas, los mitos... son inherentes a esta comunicación.
Uno de los escritores argentinos que con gran genio y excelencia logra hacer me sentir humana fue Julio Cortázar. No hay una sola vez que lo lea que no encuentre algo nuevo en él para mi reflexión más íntima e insondable. Cortázar tiene esa capacidad de adueñarse de las palabras, jugar con ellas a su antojo, hacer del español su lengua materna y su lengua de invención. Y en medio de todo eso, estamos sus lectores, apasionados, felices, sufrientes, vivos y moribundos según el ritmo de lo segundos, pero palpitantes y expectantes a sus letras. A veces somos como sus famas, otras como sus cronopios y otras como sus esperanzas. A mí siempre me entusiasman más sus alocados y despreocupados cronopios. Por eso hoy, como anticipé, solo escribo por mi propio placer, y el de aquellos que hayan sentido su esencia humana con alguna historia de Cortázar. Y a propósito, me pregunto y les pregunto: si alguien les vendiera no sus últimas palabras, sino las primeras de este nuevo año de sus vidas, ¿cuáles serían? Les deseo que sean esas las palabras que seguramente escucharíamos de los cronopios.
De Narraciones y Poemas, De Viva Voz: Cuento sin moraleja, en la voz de Julio Cortázar
¡Me encantó! Me quedé pensando y generalmente la primera palabra de cada nuevo año es "salud" o "gracias", y no porque unolas piense demasiado al decirlas. Sin embargo al pensarlas después del cuento de cortazar estas palabras no dejan de ser muy buenas palabras para comerzar el año ...
ResponderEliminarMe quedo pensando las otras, las que "querría" decir ...